Guanajuato el Quinto Estado con los Sueldos Más Bajos: En Guanajuato, el salario promedio mensual es de 5 mil 520 pesos, lo que lo coloca entre los estados con los sueldos más bajos, junto con Morelos, Querétaro, Aguascalientes y el Estado de México. Esta realidad contrasta con la inversión extranjera y la creación de nuevas empresas en la región, lo que no se ha traducido en una mejora salarial para los trabajadores.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi revela que Guanajuato se encuentra en la quinta posición con los peores salarios en el sector formal, superando a estados como Morelos, Querétaro, Aguascalientes y el Estado de México, todos ubicados en el centro del país.
Beneficios y Desafíos de Trabajar en la Formalidad
A pesar de la precariedad salarial, trabajar en la formalidad ofrece ventajas significativas tanto para los trabajadores como para los empleadores. Los trabajadores formales tienen acceso a seguridad social, créditos para vivienda y la posibilidad de acumular antigüedad, entre otros beneficios. Por otro lado, los empleadores pueden acceder a créditos, financiamientos, capacitación y asesoría, así como participar en mercados y consumidores para sus productos o servicios.
La Realidad del Mercado Laboral en Guanajuato
Según datos del Inegi, en Guanajuato hay 2 millones 810 mil personas ocupadas, de las cuales el 46.6% están en el mercado laboral formal, mientras que más de la mitad se encuentran en la informalidad. En el mercado informal, el ingreso promedio es de 3 mil 470 pesos al mes, lo que refleja una brecha significativa en comparación con los salarios formales.
Admisión de Rezago y Advertencia de Riesgos
El sector empresarial de Guanajuato reconoce la necesidad de mejorar los salarios de los trabajadores, aunque expresan preocupación por el impacto en la inflación, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Además, se advierte sobre el riesgo de despidos ante incrementos salariales.
Conclusiones
La persistencia de la precariedad salarial en Guanajuato refleja la urgencia de abordar esta problemática para garantizar condiciones laborales dignas y equitativas para todos los trabajadores. Es fundamental que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para impulsar políticas que promuevan el crecimiento económico y la mejora en los ingresos de la población.